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Arquitectos: Terra e Tuma Arquitetos Associados
- Área: 185 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Pedro Kok
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Proveedores: Glasser
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Estar en casa de la calle Maracanã es estar en Lapa; es convivir con sus peculariedades, estampadas en la expectativa de descubrir hasta dónde sus espacios nos pueden conducir y las posibilidades que nos ofrece de contemplar el rojizo del tejado de las consutrucciones vecinas y de la fachada de albañilería de la iglesia que corona el barrio, mientras el sol se pone en el horizonte paulistano para el cual se descortina su fachada posterior.
Entrar a la casa no significa distanciarse de la ciudad que nos lleva a ella o cerrarse a un universo desonectado. su acceso tiene que ser descubierto por detrás del muro de cerámicas pintadas en compsiciones de negro, blanco y rojo. Entrar a la casa significa, simplemente, transportar una sucesión de espacios, por más amplio que sea, estrecho, iluminado, o sombreado, que nos lleven siempre a una nueva experiencia.
A la casa, se llega por el vacío, que es un mirador para el espacio de de hogar y también un área de indentificación de sus sectores funcionales: social y servicios por debajo, íntimo por encima. Como en las calles de la ciudad, la luz por entre y sus espacios, invade por todas las direcciones, por las grandes aberturas de vidrio que se contraponen a la solidez de la materialidad de concreto que es la construcción.
Por donde se llega, por donde se pasa, por donde se va? Por el espacio, por el vacío. circulando o permaneciendo, así descubrimos toda su extensión. Podemos encnotrarnos inmersos en su nivel inferior, definido por los planos de concreto, por los jardíndes o popr los patios que configuran sus ambienttes, o podemos recorrerla verticalmente al plano deslizante de su cobertura que descortina también el cielo en un instante espacial, colocándonos como observadores de la ciudad cuyo punto de vista es la parte superior de la casa.
La casa es una infraestructura de vivir. La sobreposición de losas que se configura como una sucesión de perspectivas es sutilmente protegida por la presencia de grandes marcos acristalados. la manipulación de la técnica y el uso de la materia mínima, como fueron piesas sobre piedras en su escencia física, comprueban que la arquietctura puede desnudarse de las temporalidades superficiales de la actualidad, destacando unicamente su escencia espacial.
El abrigo, la protección para lo elemental: comprenden la naturaleza para lo que está destinada la casa y del sentido que asume para los que la presencian. No se necesita nada más para vivir en una ciudad contemporánea. Aquí es el hogar fundamental, único y desvelado.